lunes, 27 de julio de 2015

El giro del silencio


Foto: Prensa Comunitaria

Siempre hemos dicho que en Guatemala no estamos organizados y admiramos irónicamente la organización y articulación de países como México, Costa Rica, Panamá, España y otros; no en la cantidad de ONG´s sino en el nivel participación y empoderamiento en cualquier tipo de procesos cuando se necesita un respaldo social y político. Las luchas que se han hecho desde la reinvindicación de derechos de nuestros pueblos que por siglos el sistema político del país nos ha excluido, no han sido considerados como precedentes y parte de las manifestaciones que hoy se ejercen de las plazas, que con justa razón se exige el cese de la corrupción en las entidades públicas que por años se han mantenidos.

Este enorme vacío que por años se ha mantenido, ahora nos genera un desafío para la articulación de propuestas y maneras de ejercer el derecho de la manifestación que durante más de tres meses los hemos hecho, unos en la Plaza de la Constitución, y en los departamentos desde los parques y otros lugares significativos. No olvidemos todos los antecedentes históricos que nos impulsan desde los diferentes movimientos que de alguna manera sembraron en nosotros esa lucha por los derechos; así no quedarnos callados ante las injusticas.  

Por recordar algunos casos y procesos emblemáticos a los que me refiero, la anulación del proceso del juicio por genocidio, la masacre de campesinos de Totonicapán en Alaska Kilómetro 169 de la carretera Panamericana, el Tráfico de influencia en la elección de magistrados en la Corte Suprema de Justicia y las cortes de apelaciones y la reforma fiscal; las pocas voces de ciudadanos que se escucharon en las calles que es el espacio político más allá de las discusiones mediáticas y académicas donde se puede presionar de manera pública, no pasaron de cien personas y la mayoría, dirigentes de organizaciones sociales y derechos humanos.        

Sin embargo, la ciudadanía en general se volvió como agente de las TICS que a mi criterio es otro espacio político de una categoría menor dado que las personas que están en las redes sociales no todas están para realizar análisis y si existe es deficiente. En este contexto la fuerza de las redes solamente construye un punto de partida y no el espacio adecuado para fijar posturas menos para tener incidencia en los tomadores de decisión dado que sus agendas no los hacen en las redes.
En los casos que mencioné anteriormente hubo convocatoria desde las redes, pero en los puntos de reunión se evidencia lo frágil que son las convocatorias como la que se hizo frente a Casa Presidencial el 21 de abril al medio día donde asistieron por lo menos cincuenta personas. Ese dia mismo salió una convocatoria para otra manifestación pacífica para el sábado 25 de Abril con el único objetivo de pedir la renuncia del binomio presidencial en el parque central de Guatemala que mostró lo contrario de la anteriores manifestaciones y dando un respiro y despertando en la población guatemalteca la necesidad de luchar y el deseo de continuar desde las calles. Un día sin precedente. A pesar de los intentos de polarización por parte del gobierno; la manifestación 25A marca un antes y un después de las manifestaciones acostumbradas organizadas por las organizaciones. Sin embargo el lema virtual #RenunciaYa que con el paso de las semanas llegaron a #OtraGuatemalaYa o las recientes #JusticiaYA #ReformaYa y #VigenciaYA; llegó a lo más sensible de la población ese deseo de gritar a un corrupto un “Basta ya” de aprovecharse de su poder que dice tener a su favor cuando no.

La indignación que se manifiesta no solo despierta el interés de la población en exigir justicia sino el debate que se extendió a otras instancias como la USAC, las organizaciones campesinas, derechos humanos, magisteriales, el CACIF, estudiantes uiversitarios y otros colectivos que se declararon en sesión permanente. Acciones que logra una discusión profunda sobre la necesidad de construir un nuevo país que se demanda en las calles,  aunque el gobierno intentó minimizarlas,  el Cacif las invisibiliza, los partidos políticos las reprueba seguimos aquí después de tres de meses y hemos logrado poner el Estado de Guatemala en el ojo del mundo junto su cuestionada institucionalidad.


Ahora tenemos un país que nunca lo pensamos como hace tres meses, por ese lado ¡Xji jochwan! Nos salimos con la nuestra. Desafiar el sistema para el beneficio de todos. La lucha debe continuar en las calles, redes sociales, mediáticas, académicas, asambleas comunitarias para cambiar las estructuras del Estado. Solo nos falta articular nuestras peticiones. Es el tiempo de los pueblos y la reivindicación de la lucha.  

Foto: Simón Antonio 

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