“EL
GENOCIDIO NO SE PUEDE PERDONAR…
NO SE PUEDE
CONCEDER UNA AMNISTÍA”
Así lo refirió el abogado Ramón
Cadena, en su peritaje titulado: “Graves violaciones a la población civil de la
región Ixil, de marzo de 82 a octubre de
83”, el cual fue presentado hoy en el
quinceavo día del juicio por genocidio contra Efraín Ríos Montt y José Mauricio
Rodríguez Sánchez.
El perito se refirió a los
vejámenes a que fue sometida esta
población durante dicho período, ya que según el derecho internacional
humanitario y la Convención de Ginebra, en conflictos armados los ataques deberían
ser hacia un objetivo militar, nunca hacia población civil, mucho menos destruir
sus viviendas y bienes. Asimismo, en las
fechas referidas, el Ejército de Guatemala rechazó en todo momento la
intervención de un ente intermediario neutral como el Comité Internacional de
la Cruz Roja y se negó a recibir a representantes de la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos. El experto afirma que durante este período, el estado de
Guatemala incumplió con garantizar la
protección a la población civil no combatiente, violentando totalmente los
principios universales del derecho internacional humanitario que en situaciones
como esta, establecen sobre todo la protección de la vida de mujeres, niñez y
ancianos.
Cadena, en sus conclusiones afirma que
la responsabilidad del jefe de Estado durante
el conflicto armado por la ejecución de crímenes de lesa humanidad fue
inminente por varios elementos “el superior
jerárquico tenía conocimiento es principio universal, hay responsabilidad de
mandos superiores” esto confirma que
hacer caso omiso y no evitarlo incurre en un grave delito. El experto también enlistó los crímenes que
sufrió la población y que coinciden en todos los testimonios, siendo estos
matanzas del miembro del grupo, sometimiento a condiciones de existencia que
puedan destruir total o parcialmente con el grupo, torturas y tratos inhumanos
o degradantes, desplazamiento forzado y
desplazamiento de niñez de un grupo a otro que puedan acabar con su identidad
cultural; es decir elementos que constituyen genocidio.
En el ámbito
del Derecho Internacional Humanitario, el experto en Derechos Humanos, destaca que de manera sistemática el Estado
de Guatemala negó la existencia del conflicto y por lo tanto hubo una negación
a este tratado internacional ratificado por Guatemala. “La
primavera de la Dictadura es el Genocidio” es la frase con la que califica
la “Barbarie” cometida contra la
población civil. En el mismo sentido
establece que los planes militares de 1982 y 1983 se cometieron operaciones
físicas y sicológicas, por ejemplo, “no
ha habido ninguna muestra de perdón por parte del sistema de justicia por haber
implementado los tribunales de fuero especial que constituyeron una grave
violación a los derechos humanos.”
Concluye aduciendo que todas las
violaciones a los derechos humanos se pudieron haber evitado junto con la
barbarie y el sufrimiento al que fue sometida la población maya Ixil, si el ejército
de Guatemala hubiera dejado a la Cruz Roja Internacional hacer su trabajo como
corresponde según los tratados internacionales.
Otro peritaje presentado fue el del
analista político y periodista Marco Tulio Álvarez, quien en su informe:
“Desplazamiento de la niñez del triángulo Ixil durante 1982 y 1983” destaca que
niños y niñas fueron capturados, ejecutados o trasladados forzosamente a otros
lugares o bien para ser dados en adopción, en otros casos regalados, ó llevados
para servidumbre de patrulleros de
autodefensa civil o de los soldados.
Acciones que fueron realizadas por considerar a la niñez semilla del
comunismo, para beneficiarse utilizándolos como botín de guerra, o que
crecieran en una cultura diferente.
Según el perito, en un informe
periódico que aparece en el plan de Operaciones Sofía, relata: ”Hombre Punta eliminó a una mujer y dos
chocolates y tres fueron recuperados y llevados
por águila” acción confirmada por
Jacinto, testigo que relató, la hace algunos días ante el Tribunal, que en 1982
cuando era un niño debido al ataque del
ejército, huyó con su madre quien murió y
que a él y a sus hermanitos los capturaron los soldados trasladándolo en helicóptero
a otro lugar para luego ser dejarlos con unas monjas donde los otros niños
hablan español y él ixil.
El perito explicó las consecuencias
graves para la cultura e identidad de los niños que fueron capturados y
trasladados a otras familias durante el conflicto, debido a que éstos perdieron
todo vínculo con su cosmovisión, destruyéndose el tejido social y dejando daños
irreparables para los niños/as, para sus familias, para la comunidad y para el
pueblo ixil. El experto concluyó “la niñez es
un hilo de continuidad de la cultura.”
LA AUDIENCIA
CONTINUA MAÑANA A LAS 8.30 HORAS.
Guatemala, 11 de abril de 2013
Asociación para la Justicia y Reconciliación
–AJR
Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos –
CALDH
www.paraqueseconozca.blogspot.com
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