El periodista guatemalteco Mario Antonio Sandoval, columnista del diario matutino Prensa Libre, en su espacio Catalejo, reclamó evidencias contundentes al señor Teddy Plocharsky, por las acusaciones en contra de supuestos guerrilleros demandados al Ministerio Público (MP), la semana pasada por actos de terrorismo; que fue publicado este día en el referido medio.
Sandoval, en su análisis, escribe: "Las acciones realizadas por el señor Plocharsky parecen señalar un cambio. A mi juicio, el riesgo de empezar a buscar culpables, porque debe hacerse en ambos bandos, consiste la posibilidad de abrir heridas y despertar de nuevo los fantasmas y los demonios de la confrontación".
De la misma manera el columnista comentó, no cometer errores, al referirse: "La búsqueda de la verdad debe incluir la posibilidad de no estar preparado, quien desea o exige saber, a conocerlas. Parte de este proceso son las acusaciones, los señalamientos, las críticas". Ademas, salió en defensa de cuatro de los acusados por Plocharsky. "Al presentarlos, es menestar no caer en errores burdos. Un ejemplo claro es el de la periodista Marielos Monzón, a quien se le acusa directa o indirectamente de hechos ocurridos cuando ella no había nacido. Provoca una mezcla de risa y molestia. en el caso de Iduviana Hernández, tenía diez años cuando ocurrieron algunos hechos imputados. Mario Roberto Morales y Jean Marie Simon ya eran adultos jóvenes, pero a mi juicio no se les pude acusar con base en participar en hechos violentos. En todo caso, su área era otra".
Para que el análisis de Mario Antonio Sandoval sea completa asegura conocer a los cuatro. A Marielos y a Iduvina, por sus actividades periodísticas y de promotores de derechos humanos. A la fotógrafa estadounidense Simon sostuvieron conversaciones cuando estuvo en Guatemala, en los años ochentas sobre distintos puntos de vista y que vio hace pocos meses en una exposición de sus fotos de esos entonces. Mario Roberto Morales, compañero de estudios de la facultad de Humanidades de la Universidad Rafael Landívar hace unos 40 años, recuerda, quien finaliza calificando a los acusaciones una prueba de poca seriedad y formalidad.